Un poco de historia

Michael Thonet, el gran diseñador que impulsó la producción industrial en serie de mobiliario

Michael Thonet y su familia

Michael Thonet, en el centro, rodeado por sus cinco hijos.

Cuando Michael Thonet vino al mundo en la pequeña ciudad de Boppard (Alemania) en 1796, innovadores creadores de muebles de la época, como el belga Jean Joseph Chapuis o el americano Samuel Gragg,  ya trataban de diseñar elaborados métodos para modelar la madera. Gragg, incluso, logró patentar en Boston su prototipo elastic chair de madera sólida curvada, en 1808. Por aquel entonces, el pequeño Thonet se iniciaba como aprendiz en una ebanistería de su ciudad natal…

Artesano hábil e inquieto, creó su propio taller en el año 1819, donde evolucionó su técnica para curvar la madera de haya europea, su material predilecto. Thonet experimentó con métodos para flexionar listones y manipular laminados y fruto de ese trabajo creó el Bopparder Schichtholzstuhl (silla Boppard), su primer gran éxito, en 1836. En una época en la que todavía no estaba reconocida la figura de diseñador, a él se le empezaba a considerar  ya como un constructor de muebles.

En 1841, Michael Thonet presentó sus muebles en una exposición montada por la Asociación de Arte de Koblenz, donde llamó la atención del canciller austriaco Klemens Wenzel von Metternich. Este le invitó a la corte vienesa con el objetivo de contratarle para que trabajara en la decoración interior del Palacio Liechtenstein. Un año después, Thonet convenció con sus diseños a la familia imperial y, tras vender su taller de ebanistería en Boppard, decidió trasladarse a Viena con su familia.

En su nuevo taller de la ciudad vienesa, Thonet continuó el desarrollo del curvado de la madera y, de esta manera, el 16 de julio de 1842, un tribunal austriaco le concedió una patente con el derecho a “doblar cualquier tipo de madera, incluso las más frágiles, en las formas y curvas deseadas por medios químicos y mecánicos”. Su técnica era sencilla: sometía la madera de haya a baños de vapor con cola para mejorar su flexibilidad y, así, introducirlas en prensas de bronce donde les daba forma y dejaba enfriar.

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A continuación, ensamblaba la madera de manera muy simple, por medio de tornillos. Con esta técnica, Thonet proporcionaba gran robustez a su trabajo y mantenía la madera inalterable con el paso del tiempo.

El 10 de julio de 1856 se le concedió una patente válida para 13 años pero no renovable “para la fabricación de sillas y patas de mesa de madera doblada, la curvatura de la cual se realiza a través de la agencia de vapor de agua o líquidos en ebullición”. Protegida por la patente, Gebrüder Thonet –así pasó a denominarse la empresa cuando Thonet se la entregó a sus cinco hijos- iba a ser la única empresa en el Imperio Austro-Húngaro durante más de una década que podría producir legalmente muebles de madera curvada.

Michael Thonet logró con su alabeado de la madera la reducción del número de piezas; de la mano de obra; del tiempo de producción y del espacio para el empaquetado de las sillas. Thonet sentó las bases a mediados del siglo XIX de lo que sería luego la producción industrial en serie de mobiliario.

1859 iba a ser un año trascendental para el futuro de la Gebrüder Thonet. De sus instalaciones salió la silla nº 14 -conocida como Kaffeehausstuhl Nr. 14-, la silla de café, aún hoy conocida como la silla de las sillas. En ella reduce el número de elementos a 6 piezas de madera, 4 puntillas, 2 tornillos y 2 tuercas y resuelve el apoyo trasero mediante la curvatura de una sola barra de madera. Le valió una medalla de oro en la feria de París de 1867 y, con una producción de más de 50 millones de unidades hasta 1930, conquistó los mercados de todo el mundo. En las fábricas de la actual República Checa, Hungría y Rusia se produjeron más de 865.000 sillas de madera curvada por año.

La Silla nº 14 significó un cambio de mentalidad en la producción de mobiliario. Técnicamente muy sencilla, realizada con muy pocas piezas, resultó barata de fabricar, económica en el punto de venta, fácil de transportar en grandes cantidades y, además, muy resistente.

Gebrüder Thonet se convirtió en una empresa con una gran presencia internacional. Participaba en innumerables ferias industriales y abrió sucursales en toda Europa durante la década de 1860. Amplió la variedad de sus modelos e incluyó en su catálogo muebles para el trabajo y el ocio, para uso público y privado.
Imagen de la No.14 Rocking Chair, la mecedora de Thonet.

Imagen de la No.14 Rocking Chair, la mecedora de Thonet.

Así, en 1860, Thonet diseñó su primera mecedora, la que es considera por muchos como su obra maestra, y que es la precursora de las actuales mecedoras de todo el mundo.

Cuando Michael Thonet murió en 1871, Thonet Bros. tenía sucursales en casi todas las grandes ciudades europeas, así como en Rusia y EE. UU. Como empresa, ha participado en todos los acontecimientos más importantes en el diseño moderno, sobrevivió a las convulsiones de las dos guerras mundiales y, aunque se disolvió en varias ocasiones, siempre supo sobreponerse.

Gebrüder Thonet introdujo en su fabricación el tubo de acero con gran éxito ya que se convirtió en el mayor fabricante de muebles de acero tubular en el mundo en la década de 1930. Con ella han colaborado diseñadores de la talla de Marcel Breuer, Mart Stam o Ludwig Mies van der Rohe. Thonet GmbH tiene en la actualidad su sede en Frankenberg, Alemania, donde dispone, también, de un precioso museo.

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Estos son algunos de los modelos que salieron a la venta con el impulso que los hijos de Thonet dieron a la compañía y que aún hoy en día se pueden adquirir.